Ya no quedan dudas que la administración municipal de Noetinger se ha constituido en la gestión de la intriga. Hace casi cuatro meses que no se obtiene ninguna información de los números oficiales.
El Concejo Deliberante, según trascendidos periodísticos, no vota una reconsideración de los montos presupuestarios, admitidos al inicio del ejercicio económico, justificando tal actitud en la necesidad de contar previamente con una auditoría que tendría por objetivo dotar de credibilidad a la contabilidad oficial.
Por otro lado, el Tribunal de Cuentas estaría revisando la documentación del mes de Diciembre del año 2008, una llamativa mora e irregularidad que debiera tener responsables.
Todo se ve agravado cuando la administración municipal continua marchando descontrolada y sometida a decisiones discrecionales de funcionarios que han demostrado administrar con dudosa eficiencia.
Esta gestión ha demostrado que prefiere el barullo a la transparencia y que se continúa abonando el criterio patrimonial de la cosa pública. Siempre molestaron, molestan y molestarán los controles propios de un sistema republicano que debe garantizar el control entre los distintos poderes políticos.
Se debe ser concluyente, la sanción del presupuesto municipal es una prerrogativa exclusiva del Concejo Deliberante. No se puede bajo ningún concepto, pasado o futuro, delegar la sanción a las autoridades ejecutivas y estas deben limitarse a proponer.
El arma más eficaz para auditar una administración pública es el presupuesto, cuya ejecución se debe controlar celosa y minuciosamente de otra manera se correrá el riesgo de entrar en un terreno sembrado por las incorrecciones que normalmente se originan en las prácticas propias de un sistema político clientelar.
Es cierto que el trabajo realizado por lo concejales y miembros del tribunal de cuentas es ha titulo honorífico, pero también es verdad que la ley habilita alternativas que ayudarían a las autoridades electas a encontrar vías que garanticen la ejecutividad en sus funciones.
Resulta impensable que no se pueda conocer por que el Departamento Ejecutivo ha incrementado la partida servicios, comparando Junio 2008/Junio 2009, en un 65% o en $ 177.000, todo un despropósito en un año difícil, así rotulado por el propio señor Intendente en declaraciones periodísticas.
De igual manera resulta inadmisible que se dejen de registrar las ejecuciones económicas cuando el presupuesto tiene pendiente de ejecutar el 60% del total de sus partidas.
Estamos en los albores de un nuevo año y la Municipalidad no ha resuelto el dilema de su presupuesto 2009, sí leyó bien 2009. Situación impresentable, considerando que el presupuesto 2010 de la Nación ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados de la Nación, que en estos días el gobernador, de nuestra provincia, presentará en el Congreso la propuesta para el mismo período y nuestra propia comuna tiene fijado como tope máximo de presentación el muy cercano 30 de Noviembre.
Me pregunto, ¿cómo se está manejando la administración Municipal ya que supuestamente al estar agotadas una o varias partidas presupuestarias está imposibilitada de imputar movimientos en las mismas? Posiblemente se mantiene la práctica contable de los “papelitos”. Podría ser, antecedentes hay.
Temerario el desempeño del Departamento Ejecutivo quien se está exponiendo a un posible cuestionamiento político y/o judicial.
El Concejo Deliberante, según trascendidos periodísticos, no vota una reconsideración de los montos presupuestarios, admitidos al inicio del ejercicio económico, justificando tal actitud en la necesidad de contar previamente con una auditoría que tendría por objetivo dotar de credibilidad a la contabilidad oficial.
Por otro lado, el Tribunal de Cuentas estaría revisando la documentación del mes de Diciembre del año 2008, una llamativa mora e irregularidad que debiera tener responsables.
Todo se ve agravado cuando la administración municipal continua marchando descontrolada y sometida a decisiones discrecionales de funcionarios que han demostrado administrar con dudosa eficiencia.
Esta gestión ha demostrado que prefiere el barullo a la transparencia y que se continúa abonando el criterio patrimonial de la cosa pública. Siempre molestaron, molestan y molestarán los controles propios de un sistema republicano que debe garantizar el control entre los distintos poderes políticos.
Se debe ser concluyente, la sanción del presupuesto municipal es una prerrogativa exclusiva del Concejo Deliberante. No se puede bajo ningún concepto, pasado o futuro, delegar la sanción a las autoridades ejecutivas y estas deben limitarse a proponer.
El arma más eficaz para auditar una administración pública es el presupuesto, cuya ejecución se debe controlar celosa y minuciosamente de otra manera se correrá el riesgo de entrar en un terreno sembrado por las incorrecciones que normalmente se originan en las prácticas propias de un sistema político clientelar.
Es cierto que el trabajo realizado por lo concejales y miembros del tribunal de cuentas es ha titulo honorífico, pero también es verdad que la ley habilita alternativas que ayudarían a las autoridades electas a encontrar vías que garanticen la ejecutividad en sus funciones.
Resulta impensable que no se pueda conocer por que el Departamento Ejecutivo ha incrementado la partida servicios, comparando Junio 2008/Junio 2009, en un 65% o en $ 177.000, todo un despropósito en un año difícil, así rotulado por el propio señor Intendente en declaraciones periodísticas.
De igual manera resulta inadmisible que se dejen de registrar las ejecuciones económicas cuando el presupuesto tiene pendiente de ejecutar el 60% del total de sus partidas.
Estamos en los albores de un nuevo año y la Municipalidad no ha resuelto el dilema de su presupuesto 2009, sí leyó bien 2009. Situación impresentable, considerando que el presupuesto 2010 de la Nación ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados de la Nación, que en estos días el gobernador, de nuestra provincia, presentará en el Congreso la propuesta para el mismo período y nuestra propia comuna tiene fijado como tope máximo de presentación el muy cercano 30 de Noviembre.
Me pregunto, ¿cómo se está manejando la administración Municipal ya que supuestamente al estar agotadas una o varias partidas presupuestarias está imposibilitada de imputar movimientos en las mismas? Posiblemente se mantiene la práctica contable de los “papelitos”. Podría ser, antecedentes hay.
Temerario el desempeño del Departamento Ejecutivo quien se está exponiendo a un posible cuestionamiento político y/o judicial.
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