Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2016

¿El fin de un culebrón?

El mal de todos los males

Hace treinta años me enamoré de un proyecto político que proponía, entre otras cosas, la igualdad de oportunidades, que se debía terminar con los privilegios, luchar contra la corrupción y limitar el gasto público si queríamos vivir en una verdadera república que priorizará a los más necesitados. A pesar de la profunda decepción sufrida sigo convencido que todos los males de la Argentina empiezan en el gasto público, sin un criterio sano para fijar las prioridades, tan así es mi convencimiento que cuando me tocó actuar como concejal mis análisis siempre comenzaban por definir la necesidad del gasto que íbamos a autorizar. Todos los gobiernos argentinos resultan insaciables para gastar sin distinguir entre inversiones o gasto corriente (sueldos, servicios, bienes consumo) sin siquiera comprender que la estrategia de cómo se debe gastar es idéntica a la de una casa de familia donde es recomendable gastar menos de lo que entra, salvo que esté dispuesto a que lo ejecuten judic

Basta de atropellos

BASTA DE ATROPELLOS por Luis A. Sigifredo Festejo que los muchachos de la política que hace setenta días desconocían el federalismo hoy, ante el cambio del signo político del gobierno federal, estén convertidos en adalides de la lucha para conseguir mejoras en la repartija de los fondos públicos que les corresponden a las provincias y a las municipalidades. Lamentablemente los argentinos ya hemos internalizado que la ley, en nuestro país, no siempre es respetada y en ese camino aceptamos con nuestro voto que se reemplace la institución de la coparticipación por acuerdos que terminan permitiendo el manejo discrecional de la caja de la plata. El imperio de la norma es reemplazado por el dictamen de un jefe o jefa de turno quien resuelve sin más trámites que su opinión quienes serán los beneficiarios del dinero de todos nosotros. En nuestro país la relación económica entre la Nación y los distritos del interior está reglamentada por la Ley de Coparticipación Federal la que

TERCER ACTO