GOBERNAR MINTIENDO
Por Luis A. Sigifredo
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A veces tengo miedo de cansar con el tema OBRA de GAS para nuestra localidad. Pero no voy a cejar en marcar cada anuncio de los hombres públicos que según sostienen, a cada paso, dejar todo por los vecinos de una población que subió al podio del crecimiento.
Este proyecto, llamado obra de gas, está próximo a cumplir cuatro años, esto lo vuelvo a repetir por que cualquier año de estos nos hacen la obra y dirán; “ven, este Sigifredo es un tipo negativo”. Me hago la ilusión que cargoseando podamos lograr resultados positivos, ya que aprendí, en mi amortizada vida pública, que molesta mucho más una publicación que cualquier esfuerzo formal. Es normal escuchar en los despachos oficiales: “no vaya a los medios”, le tienen miedo a la libertad de expresión.
El día martes 12 de Febrero, por radio Monte Grande, el señor Intendente manifestó que muy pronto la obra de gas va a ser incluida en un PLAN DIRECTOR ???, reconociendo implícitamente después de tres meses que la obra no se encontraba incorporada en el presupuesto provincial, demostrando que ni él ni nadie, a su alrededor, se habían tomado el trabajo de leer la ley más importante de cualquier estado democrático y aceptar el error político en que se había incurrido.
Mi capacidad de sorpresa, que ha esta altura debería encontrarse controlada, sufrió un nuevo cimbronazo, al escuchar, por el mismo medio y tan solo una hora después, al señor Rena, vocero o secretario del legislador departamental Dr. Domingo Carbonetti, sosteniendo que la obra de gas, que tiene que llegar a nuestra pujante localidad, se encontraba incluida en el presupuesto provincial.
Patético, todos los nombrados son hombres que ocupan preponderantes lugares en la estructura del estado provincial. Una sola cosa quedó demostrada: alguien miente. ¿Plan director? (o como se llame), ¿presupuesto de la provincia?, ¿financiamiento nacional?, ¿cual es la verdad… podremos saberla? Así se nos trata, me produce impotencia ver tanta mentira.
Amigos lectores, tengo la tranquilidad de espíritu que me otorga el haber sostenido la misma posición durante los años de actuación que llevo en la vida pública de Noetinger sin tratar de obtener réditos de situaciones coyunturales. He sumado cada vez que se me ha convocado, pero no he practicado, ni practicaré, la obsecuencia.
No soy fatalista simplemente trato que los vecinos y amigos sepan la verdad.
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