Han transcurrido más de seis años desde el momento que se iniciaron las últimas gestiones para lograr que los vecinos de Noetinger pudiéramos gozar de las variadas ventajas que ofrece el servicio de gas natural. Entre ellas; aumento considerable del confort y ventajas económicas inmensurables.
Por eso resulta necesario que encuentren respuesta al siguiente interrogatorio:
¿Saben cuanto pagamos de más por el mágico fluido en relación a los afortunados poseedores del servicio por red?
Alguien que tiene la suerte de conseguir una garrafa de 10 kgr., al precio oficial ($ 16,00), gasta cuatro veces más que un porteño, un rosarino, un bellvillense y tantos compatriotas más.
Pero el cálculo resulta aun más irritante para una inmensa cantidad de pobladores, no necesariamente acomodados económicamente, que consumen el tubo o cilindro de 45 kilogramos. El resultado del análisis, en ese caso, nos indica que la diferencia es de doce veces.
Por cada peso que se gasta, por un metro cúbico de gas, en cada lugar beneficiado con la llegada de un gasoducto, nuestros vecinos deben desembolsar $ 12,00. Exasperante disparidad.
Pero no desesperen que tenemos una increíble ventaja: el próximo año se celebran elecciones y seguramente aparecerán los funcionarios omnipotentes que asegurarán la “firma y/o firmas” faltantes, como consecuencia de lo cual se considerarán merecedores de nuestro favor electoral en reconocimiento a la eficiencia y la diligencia aportada.
Mientras tanto ya tenemos asegurado un invierno más (2011) mal calefaccionados. Eso sí pagando una “bicoca”.
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