UNA INJUSTICIA SOCIAL
por Luis A. Sigifredo
Ha sido constante preocupación de quienes ocupamos bancas en el Concejo Deliberante, en representación de la Unión Vecinal, la iniquidad de la tarifa del agua potable por lo que no podrá acusárseme de oportunista.
Una vez más se modifica el cuadro tarifario del servicio de agua potable, en esta oportunidad el Concejo Deliberante, a pedido del D.E.M., implementó un cargo fijo mensual de 5 Mts.3 que se constituirá en el valor mínimo a pagar por este servicio.
El sistema arroja ganancias considerables, que se demuestran al analizar lo números oficiales del año 2007.
Realizando un ejercicio contable “grosero”, pero comprensible; restándole al total de ingresos el total de egresos el agua potable durante el último ejercicio arrojó una utilidad de $ 187.437,53 que es equivalente a un 30% del total de las entradas, a partir de aquí y puliendo las técnicas llegaríamos a conclusiones aun más contundentes sobre la viabilidad económica del sistema.
No obstante he sostenido, en todo mi accionar al respecto, que me parecía económicamente prudente tener un cargo fijo que garantizara el funcionamiento del sistema.
La nueva medida adoptada por el órgano deliberativo me obliga a reiterar mi posición sobre cual sería la forma que dotaría al servicio de equidad garantizando el acceso a los sectores más comprometidos en sus recursos.
Para ello se debería considerar una tarifa social evitando que los sectores más necesitados económicamente subsidien a los sectores de mayores recursos. ¿Cómo funciona actualmente el sistema?, quienes menos tienen pagan un tarifa exactamente igual que los que más tienen y esto lo convierte en injusto. Hoy quien consume 4 mts3 paga la misma tarifa que quien gasta 20 mts3. Se debe terminar con esta sinrazón. Además la actual forma de facturación es una cordial invitación al gasto desmedido y sin control del vital y escaso líquido.
Sería bueno que quienes asesoran al Departamento Ejecutivo y que machacan sobre la necesidad de tener una tarifa mínima fija recordaran sobre la necesidad de proponer una escala de precios distinta a la vigente que asegure el principio de justicia social, fundamento reiteradamente esgrimido por el oficialismo.
Hemos escuchado en estos días a la Señora Presidente repetir que todas las medidas que se vienen tomando persiguen un objetivo sublime: la redistribución de riquezas, este relato sobre el agua potable es un ejemplo, en pequeña escala, que contradice a la líder del partido gobernante de nuestra Municipalidad.
Ha sido constante preocupación de quienes ocupamos bancas en el Concejo Deliberante, en representación de la Unión Vecinal, la iniquidad de la tarifa del agua potable por lo que no podrá acusárseme de oportunista.
Una vez más se modifica el cuadro tarifario del servicio de agua potable, en esta oportunidad el Concejo Deliberante, a pedido del D.E.M., implementó un cargo fijo mensual de 5 Mts.3 que se constituirá en el valor mínimo a pagar por este servicio.
El sistema arroja ganancias considerables, que se demuestran al analizar lo números oficiales del año 2007.
Realizando un ejercicio contable “grosero”, pero comprensible; restándole al total de ingresos el total de egresos el agua potable durante el último ejercicio arrojó una utilidad de $ 187.437,53 que es equivalente a un 30% del total de las entradas, a partir de aquí y puliendo las técnicas llegaríamos a conclusiones aun más contundentes sobre la viabilidad económica del sistema.
No obstante he sostenido, en todo mi accionar al respecto, que me parecía económicamente prudente tener un cargo fijo que garantizara el funcionamiento del sistema.
La nueva medida adoptada por el órgano deliberativo me obliga a reiterar mi posición sobre cual sería la forma que dotaría al servicio de equidad garantizando el acceso a los sectores más comprometidos en sus recursos.
Para ello se debería considerar una tarifa social evitando que los sectores más necesitados económicamente subsidien a los sectores de mayores recursos. ¿Cómo funciona actualmente el sistema?, quienes menos tienen pagan un tarifa exactamente igual que los que más tienen y esto lo convierte en injusto. Hoy quien consume 4 mts3 paga la misma tarifa que quien gasta 20 mts3. Se debe terminar con esta sinrazón. Además la actual forma de facturación es una cordial invitación al gasto desmedido y sin control del vital y escaso líquido.
Sería bueno que quienes asesoran al Departamento Ejecutivo y que machacan sobre la necesidad de tener una tarifa mínima fija recordaran sobre la necesidad de proponer una escala de precios distinta a la vigente que asegure el principio de justicia social, fundamento reiteradamente esgrimido por el oficialismo.
Hemos escuchado en estos días a la Señora Presidente repetir que todas las medidas que se vienen tomando persiguen un objetivo sublime: la redistribución de riquezas, este relato sobre el agua potable es un ejemplo, en pequeña escala, que contradice a la líder del partido gobernante de nuestra Municipalidad.
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